La actuación propuesta generó una huella de carbono menor que la que hubiese resultado tras la demolición del edificio existente. La intervención propuso una actitud audaz, integrando la edificación (subestación transformadora) con su entorno mediante el uso del hormigón proyectado. Al mismo tiempo, hace uso de tres de sus grandes paramentos a modo de escaparate donde se plasma un mensaje de concienciación ambiental “Sin CO2” en una de las carreteras más transitadas de la isla.
La edificación, que se encuentra sobre una ladera, ha sido reforzada con su entorno mediante la unificación de su basamento, entendiéndolo como una colada volcánica. Mediante esta unificación, se consigue mejorar la relación entre ambos, convirtiéndolos en una única pieza que conforma un hito paisajístico que dialoga con la ciudad y la autovía y que utiliza la vegetación como elemento de continuidad.
DATOS TÉCNICOS
ARQUITECTOS: Pedro Romera García, Ángela Ruiz Martínez |Romera y Ruiz Arquitectos S.L.P.|
CLIENTE: Público
COLABORADORES: Carlota Ardanaz Petit, Yudit Barreto Martín, Luis Guijarro Bergeron y Rosalba Santa González |ARQUITECTOS|
FOTOGRAFÍA: David Rodríguez Fotografía
SITUACIÓN: PK 1+500 DE LA GC-2, Las Palmas de Gran Canaria, España
