A lo largo de kilómetros de costa, la tierra y el mar jugueteando, el Plano Verde más sosegado, reposado, mientras el Plano Azul intenta despistarlo mostrándose a veces también plácido para sorprenderle con sus travesuras y se vuelve revoltoso y bullicioso, hasta que en un punto (Uvala Laoad), le apetece charlar y se adentra suavemente, como pidiendo amparo; y el Manto Verde, a pesar de su rudo carácter, no logra negarse y, sonriendo, retrocede y se pliega y lo acoge… el Plano Azul también sonríe y entre los dos crean EL ESPACIO REFUGIADO.
Y después, aparecieron las pequeñas casas con sus caminitos y el Manto Verde les mostró sus curvas y en ellas, sigilosamente, se fueron posando, pero empezaron a llegar grandes hoteles con fuertes pisadas y carreteras atravesando y dividiendo… ya los dos mantos no podían charlar tranquilos porque casi no se oían, se les estaba debilitando la voz, nadie les oía bien. Tampoco el gran Manto Naranja, que les respondía que se encontraba muy lejos y que no sabía cómo acercarse hasta ellos. Y allí estaban, los tres grandes mantos:
el Manto Azul y el Manto Verde intentando no perder la voz y el Manto Naranja pensando el modo de llegar hasta ellos.
¿Qué ocurriría si para instalarse en el Espacio Refugiado hubiera que pedir permiso al manto verde y al manto azul? También se puede hacer un guiño al manto naranja para que no se sienta tan aislado al mismo tiempo que se establece un sistema de regulación paisajística y crear una nueva imagen del lugar asociada al respeto que éste demanda ¿Y si se aprovechara que las dos grandes colinas ya arropan la zona, ejerciendo un primer control espacial, y se implantara un nuevo modelo basado en la flexibilidad, capaz de conectarse a la red existente y que al mismo tiempo también sea capaz de adaptarse a las necesidades del entorno natural y a los parámetros del mercado turístico? En lugar de una única oferta turística que responde de forma homogénea a todos los visitantes, atraer hasta el lugar a diferentes tipos de turistas y ofrecer diferentes opciones, abriendo así la posibilidad de repetición de la visita sin peligro de monotonía. Sostenibilidad, control, equilibrio, y convertir el Espacio Refugiado en REFUGIO para amigos de los mantos del lugar con ganas de charlar con ellos y que así nunca pierdan su voz.
DATOS TÉCNICOS
ARQUITECTOS: Pedro Romera García, Ángela Ruiz Martínez |Romera y Ruiz Arquitectos S.L.P.|
COLABORADORES: María Isabel Álvarez Benitez, Jose Manuel Linares López, Juana María Sánchez Gómez y Antonio Jesús Torres Sánchez|ARQUITECTOS|
FOTOGRAFÍA: Romera y Ruiz Arquitectos S.L.P.